Nuestras manos pueden hablar más de lo que queremos. Sus movimientos así como su aspecto son capaces de decir más que lo que nuestra boca puede articular. También son capaces de dar señales cuando nuestro cuerpo no funciona de la manera más óptima a través, por ejemplo, de nuestras uñas.
Cómo mantener las uñas hidratadas en inverno para evitar quebradurasNuestras uñas pueden manifestar más de lo que creemos. Son capaces de avisar cuando nuestro cuerpo está sano así como cuando no disfruta de cierto bienestar. Las marcas en las mismas pueden darnos una señal de que algo está bien. Ese es el caso de las rayas en las uñas.
Las uñas pueden presentar diversos aspectos, uno de ellos son las rayas o líneas longitudinales que pueden dar cuenta de minúsculas ondulaciones en este tejido. Esta apariencia puede detener su causas en diversos factores. Primeramente puede tener su raíz en una herencia genética y por ende no representar ningún tipo de gravedad.
¿Cuáles son las causas de las rayas cutáneas?
Sin embargo, las ondulaciones de las uñas pueden ser signo de un desequilibrio hormonal, así como una falta de aminoácidos y la falta de proteínas como la queratina. Este último componente es el encargado de impermeabilizar y proteger las uñas. Cuando este tejido no recibe el suficiente aporte de queratina tiende a ser más frágil e incluso a desprenderse, así como presentar rayas longitudinales.
Sin embargo, la principal razón de las uñas rayadas tiene que ver con los déficits nutricionales, como la falta de zinc. Su ausencia puede provocar esta apariencia en nuestras uñas por lo que es fundamental incrementar el consumo de alimentos como carnes, manteca, semillas y frutos secos que aportan este nutriente.
Por último, las rayas en las uñas tienen sus causas en el envejecimiento y esto se debe a que las células tienden a multiplicarse de forma errática y a perder más agua con el paso de los años, lo que puede manifestarse a través de alteraciones cutáneas y ungueales. Los impactos y golpes pueden provocar uñas con rayas negras, aunque si este no es el caso, se debe consultar a un médico ya que puede ser signo de enfermedades más graves como el cáncer.